March, 2o15
Esta es nuestra finca. Queda a las afueras de Mariquita (sí, así se llama el pueblo), en el departamento del Tolima. No tiene piscina pero sí un río. Este pedazo de verde en el trópico está lleno
de jején, mosquitos invisibles que atacan durante el amanecer y atardecer a quien se atreva a salir de la casa en esas horas. El jején solo suele pica a aquellos con sangre colombiana. La sangre
extranjera no es de su agrado, algo que me parece muy injusto.
Muy inteligente el insecto que dejó sus huevos en una hoja llena de espinas para protegerlos.
Estar acostada en el suelo tomándole fotos a hormigas durante 30 minutos tiene sus consecuencias: un par de picadas, o mordidas después de ver las pinzas que tienen. Para Gonzalo será un misterio
toda la vida el por qué le tomaba yo fotos a aquellos animalitos que para él no son otra cosa que una plaga.
Con un poco de suerte se puede ver pasar una familia de micos desde la casa de la finca. Sochi es la primera en anunciar su llegada... y espantarlos rápidamente.
Gonzalo es el trabajador de la finca. Para no dejar su dinero debajo del colchón ni tampoco en el banco (le sale muy caro), invierte en vacas y cerditos. Luego llegará un día en que los venda y
se compre su pedazo de tierra para "pensionarse".
Arriba a la derecha: Capuchino. De toda la camada era el único que tenía la manchita blanca y nos enamoramos de él. Por capricho mío, Gonzalo no lo regaló y ahora tenemos un
perrito más :) El pobre duró como un mes sin nombre porque no nos decidíamos. Abajo de izquierda a derecha: Sochi y Pipo. Blanquitos los dos. No son muy buenos
amigos.
Lo que daría por un jugo de lulo pero aquí en Europa no se consigue :'-( El lulo es una fruta redonda, verde amarillosa, con pepitas, ácida y deliciosa. Para los que no sepan qué es esa fruta
roja colgando del árbol, es cacao :)
Gonzalo, Juanca, Ma y yo en el paseo matutino por la finca. Más de 30 grados, humedad en su máxima potencia, camisa de manga larga contra los mosquitos, sudando, rojos... estos factores no nos
hacen los más agraciados en las fotos pero se nota que la estabamos pasando bien ;) Nota: Gonzalo ya está entrenado para tomar fotos con iPhone y cámara reflex :p
No puede faltar la ida a la peluquería. La peluquera suele ser una experta en cualquier tema.
¿Será por mi pose nor-europea (poco sexy) que llamo la atención de los locales?
La sra. que hacía las arepas salió corriendo porque pensó que le quería tomar una foto a ella jeje.
Cuando llueve, llueve de verdad y se suele desborda el río (bueno, en realidad es un riachuelo). Ese día fue toda una hazaña pasar el río para ir al pueblo. Casi se nos va una chancla pero
finalmente lo logramos. Cuando volvimos el río ya era nuevamente el riachuelo de siempre.